NO LE DEMOS TODO, CUIDEMOS SU CORAZON

​Cuando tenemos hijos queremos darle todo lo que nosotros no tuvimos y lo que no pudimos disfrutar, sin embargo si tomamos esta postura más allá de favorecerlos terminaremos por dañarlos. ¡Darles cosas, viajes, oportunidades, ropa, educación... los daña! No, cuando lo hacemos de manera consciente, pero cuando lo hacemos sin pensar y en exceso nuestros hijos pueden perder el piso y el valor de la cosas. Antes de que tus hijos les pidan que les compren o les den algo pregúntense:

. ¿Realmente lo necesitan, o simplemente es para tener otro en su colección?

. ¿Se los compro para cubrir una carencia que tuve?

. ¿Qué formaré en su corazón si se los doy?

. ¿Qué pasa si no se los compro?

Si ellos te cuestionan, solo diles:

. Voy a considerarlo/ vamos a considerarlos con papá.

Hacer consciente nuestra forma de dar también es un tipo de educación. Formemos una generación que aprenda a administrar sus bienes de diferente manera. Cuando hacemos consciente nuestra forma de dar enseñamos a nuestros hijos el valor de las cosas y a no perder el piso