DEJEMOS DE TRATAR DE SER SUPER MAMAS

No somos omnipresentes, omnipotentes ni omniscientes. Esas virtudes solo las posee Dios. ¿Entonces por qué tratamos de igualarlo? Tratamos de partirnos en mil pedazos para llevar a nuestros hijos a todos lados, tratamos de evitarles frustraciones, decepciones, tristezas, tratamos de suprimir nuestras emociones para que nuestros hijos siempre nos vean fuertes, pensamos y decidimos todo el tiempo para tomar las mejores decisiones para ellos, hacemos creer a nuestros hijos que lo sabemos todo.

Cuando los niños son pequeños muchas de nuestras acciones y omisiones son justificables porque estamos aprendiendo a ser mamá y estamos conociendo a nuestros hijos, sin embargo conforme van creciendo, necesitamos capacitarlos e ir formando habilidades en ellos para que puedan enfrentarse a su corta edad a golpes, caídas, rechazos, bullying, etc. Ya que no poseemos superpoderes para estar en todos lados, para saberlos todo ni para soportarlo todo.

Afortunadamente Dios nos capacitó a la mujer con muchas cualidades y virtudes que si ejercitamos y practicamos constantemente podremos desarrollar muchas habilidades y capacidades necesarias para la crianza. Es tan desgastante tratar de ser super mamá para quedar bien con la sociedad, con la familia, con tu esposo, con tus hijos, con la suegra.... Dejemos a un lado este cliché que algunas tal vez hemos adoptado, tampoco digo que nos vayamos hacia al otro lado donde no hagamos nada, todo en la vida debe tener un justo balance.

¿Cómo se obtiene?

1. Reconociendo que no lo sabemos todo, por eso necesitamos de otras que han pasado por experiencias similares para que podamos ver que hay otras maneras.

2. Reconociendo que muchas veces no podemos cumplir con todos los compromisos que tenemos, a veces uno, otras veces dos pero no podemos asistir siempre a todos.

3. Enseñar a nuestros hijos a valerse y a defenderse por si mismos, de tal manera que aunque no estemos ahí sepan qué hacer.

4. Reconocer que muchas veces necesitamos ser fortalecidos por Dios para seguir adelante.

5. Reconocer que las super mujeres solo son un estereotipo que usa la mercadotecnia para vender productos.

6. Aceptar que cuando estamos cansadas se vale pedir o buscar ayuda para descansar un poco o al menos para tomar un respiro.

7. Aceptar que nuestros hijos no necesitan una super mamá, sino una mamá real que llore, ría, que se enoje, que se canse, que disfrute, que ame. etc.

8. Aceptar que las cualidades y los defectos nos definen como seres humanos, sino también como madres.

Así es que recuerden dejar su disfraz para alguna fiesta temática y aprendamos a vivir cada día, porque ser madre solo se entiende a través de experiencias positivas y negativas