A UN PASO DE LA PRIMARIA

Sabemos que nuestros hijos tienen que seguir creciendo es parte de la vida. Sus pequeños pasos para nosotros son gigantes y sus pequeños logros para nosotros son espectaculares. Lo cierto es que hay ciertas cosas que como mamas tendemos a magnificar, por supuesto cuestión de género. Me acuerdo cuando mi hija la mayor dio el paso a la primaria, eran tantas preguntas y cuestionamientos: !qué rápido creció¡ ¿seguirán al pendiente de ella? ¿le gustará la escuela grande? Sentimientos encontrados que definitivamente a todas nos surgen en el proceso. Por supuesto estaba contenta porque dejaba de ser mi chiquita para empezar a ser mi niña, pero a la vez tenía pensamientos que me causaban mucha ansiedad. Ansiedad que aprendí a soltar para darle a mi hija seguridad y confianza en esta nueva etapa que empezaba.

Cuando logramos superar la prueba !!!llegó el siguiente año¡¡¡, fue entones que me di cuenta definitivamente que a menos que me anticipara de manera (física, emocional y espiritualmente) antes de que ella diera el siguiente paso, siempre Yo iba a sufrir cada vez que pasara de año.

Les comparto la manera en que me preparo:

a) En el aspecto físico investigo y estudio los cambios fisiológicos y hormonales que tienen los niñas dependiendo la edad para poder enseñarles como deben cuidar y respetar su cuerpo,

b) Emocionalmente investigo, estudio, compruebo y trato de entender lo que pasa por su su mente y por sus emociones para entender porque se disparan ciertas actitudes,

c) Espiritualmente me fortalezco al estudiar la Biblia, al leer libros relacionados, al orar y al confesar para entender como esta creado el ser humano y porque actúa de cierta manera, de esta forma puedo entender a mis hijas de manera integral.

Receta mágica que le diga a los padres paso a paso qué hacer no existe, por eso necesitamos equiparnos, capacitarnos y prepararnos con lo necesario para poder ayudar a nuestros hijos en los aspectos que carecen porque les falta madurar.