PADRES CON CORAZON DE POLLO

Son los padres que cuando regañan, castigan, corrigen, disciplinan, gritan o niegan algo, después de hacerlo se sienten tan culpables que le dicen a su hijo "discúlpame mijito es que no me dejaste de otra"; o van a comprarle algo para apagar su conciencia.

Es cierto que después de que haces o dices algo cuando te enojas o desesperas a veces te sientes mal, sin embargo algunas veces se vale decirle al hijo "lo lamento creo que me desesperé por tu actitud y no debí hablarte así", pero no puedes estar excusándote a cada rato.

Y es que sino corriges de acuerdo a tus emociones, sino que corriges cuando estas calmado de acuerdo a principios y normas ya establecidas ya sea por uno de los padre o juntos en pareja, estés tipo de sentimientos deberían de ser los menos aunque todos tengamos nuestro cinco minutos.

El corazón se te hace de pollo muchas veces, cuando hay un trasfondo donde ha habido mucha hostilidad, en el que cuando regañas, disciplinas o corriges sale tu niño interior que está lastimado desde la infancia y no ha sanado. Parte que cada vez que quieres entrar en acción sabotea lo que vas a hacer o decir.

Como padres necesitamos pedirle a Dios que sane, restaure y limpie nuestro corazón de otra manera será muy difícil que podamos hacer nuestra función de manera adecuada.

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